María, te imaginamos feliz
haciendo las labores de casa.
Te vemos alegre y hablando
con la gente del pueblo.
Te vemos alegre, trabajando por los
tuyos,
feliz, a pesar de la pobreza
y disfrutando agradecida de lo que
tenías.
Hoy hay tanta gente
que vive triste o pesimista,
que piensa mal de todo y de todos,
¡Que a veces da pena!
Parece que haya gente
¡enfadada con la vida!
Te pedimos
que vivamos siempre alegres,
disfrutando de lo que tenemos y somos,
compartiendo los bienes
con generosidad y alegría.
y hoy, especialmente,
te pedimos por las madres,
las nuestras y todas las del mundo,
que tanto hacen pos sus hijos.
Señor, te damos gracias de todo corazón
porque elegiste a María
para ser la madre de Jesús.
Te damos gracias de todo corazón
porque nos has dado también a María,
como madre nuestra.